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CÓMO ELEGIR
LA ENCIMERA (I)
La encimera de trabajo es un elemento imprescindible dentro de la cocina. Por eso la calidad y la higiene deben quedar totalmente garantizadas. En el mercado hay una gran variedad de superficies con acabados especiales o sometidas a tratamientos que impidan la proliferación de gérmenes y bacterias, con el fin de garantizar la higiene.
A las opciones habituales de piedra, posformados o acero, se han añadido compuestos de ingredientes naturales y sintéticos, microcementos, cristales de diferentes grosores y gran variedad de resinas.
MADERAS MACIZAS
Para ser utilizada como encimera, la madera es tratada con tratamientos hidrófugos a base de aceites, barnices y ceras.
Existen varios tipos de maderas que podemos utilizar en función de su dureza; las más blandas, como el pino deben ser tratadas con más cuidado, evitando golpes e instrumentos punzantes que dejan marcas permanentes.
El barnizado debe asegurar su impermeabilidad, aunque es importante mantenerla seca y retirar cualquier derramamiento de líquidos lo antes posible
LAMINADOS
Se conocen comúnmente con nombres comerciales como formica, duropal etc…; la base está formada, como en las puertas, de aglomerado de 3 cm de grosor o de 4. El recubrimiento, como en las puertas, puede ser más o menos grueso, con lo que la encimera será más o menos resistente.
En función del acabado son más o menos resistentes a la abrasión y para evitar que el agua penetre en su interior e hiche la base de aglomerado, hay que asegurarse de un perfecto aislamiento en cantos y juntas a base de silicona.
En el exterior, el uso de detergente neutro y una bayeta serán los instrumentos perfectos para su limpieza.